Los vinos griegos conquistaron los paladares de las más de 30 personas que participaron este fin de semana en la cata que se celebró en Casa Esment, y que dirigió el catador, Boris Olivas, junto con la colaboración del enólogo y copropietario de la bodega 4 Kilos, Francesc Grimalt.
La jornada empezó con un paseo entre los viñedos, donde Francesc Grimalt explicó como el clima y el suelo pueden influir o determinar la vinificación. Tras una visita a la bodega Gallinas y Focas y una breve degustación de sus diferentes añadas, los asistentes ocuparon la sala principal de Casa Esment para probar y descubrir diferentes variedades de una de las regiones vitivinícolas más antiguas del mundo.
Se descorcharon variedades de uva blanca, como la savatiano o la assírtiko, una de las variedades más destacadas de Grecia, nativa de la isla de Santorini, y cuyas cepas crecen en el suelo volcánico de la isla formando cestos para proteger las uvas del viento del norte. En tintos, se cataron variedades de la región de Macedonia, como el xinomavro, una uva rica en taninos y de complejos aromas, el mavrotragano, una variedad que sobrevivió gracias al esfuerzo de los viticultores de Santorini, o la uva savatiano, una de las más cultivadas en el país.
Tras la cata, los asistentes disfrutaron de una comida en la terraza de Casa Esment, elaborada y servida por el equipo de Esment Alimentació.